Alabar y adorar a Dios son deberes de todo cristiano. Por muchos años mi corazón sentía deseos de alabar a Dios y manifestarle mis sentimientos. Quería hacer algo para que mi amor por El fuese evidente. Sin embargo, no sabía cómo hacerlo. La tradición religiosa en la cual me había criado no proveía lo que yo estaba buscando.
Para ese tiempo me uní a una iglesia no denominacional. Allí pude aprender a manifestarme en alabanza y adoración. Según fui educándome y madurando espiritualmente, he podido crecer en un conocimiento que me permite manifestar libre y claramente cuánto amo a Dios.
Dios conoce nuestros corazones y sabe perfectamente el lugar que ocupa en la vida de cada uno de nosotros. Sin embargo, La Biblia nos exhorta a alabarle y adorarle abiertamente. También nos explica cómo hacerlo.
Diferenciemos primero lo que es alabar de lo que es adorar. El primer término se refiere a elogiar con palabras. Adorar, sin embargo, va más allá, pues se refiere a reverenciar, rendir honor y tributo.
Veamos qué dice La Palabra sobre cómo alabar a Dios:
1) con instrumentos musicales
“Alabadle con sonido de trompeta; alabadle con arpa y lira. Alabadle con pandero y danza; alabadle con instrumentos de cuerda y flauta. Alabadle con címbalos sonoros; alabadle con címbalos resonantes.” (Salmos 150:3-5 RVR60)
“Alabadle con pandero y danza; alabadle con instrumentos de cuerda y flauta.” (Salmos 150:4 RVR60)
2) con danza
“Alabadle con sonido de trompeta; alabadle con arpa y lira. Alabadle con pandero y danza; alabadle con instrumentos de cuerda y flauta. Alabadle con címbalos sonoros; alabadle con címbalos resonantes.” (Salmos 150:3-5 RVR60)
3) Con manos alzadas
“Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.” (Salmos 63:4 RVR60)
“Luego se puso Salomón delante del altar de Jehová, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo,dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti con todo su corazón;” (1 Reyes 8:22-23 RVR60)
4) con cánticos
“Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo.” (Salmos 9:2 RVR60)
5) con aplausos
“Aplaudan, pueblos todos; aclamen a Dios con gritos de alegría. ¡Cuán imponente es el Señor Altísimo, el gran rey de toda la tierra! Sometió a nuestro dominio las naciones; puso a los pueblos bajo nuestros pies;” (Salmo 47:1-3 RVR60)
6) con palabras
“Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre.“ (Hebreos 13:15 RVR60)
7) de pie
"todo Judá estaba en pie delante de Jehová" (2 Crónicas 20:13 RVR60).
Escudriñemos ahora La Biblia para entender cómo adorar a Dios:
1) postrado
“Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante de Jehová, y adoraron a Jehová.” (2 Crónicas 20:18 RVR 60)
“Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.” (Job 1:20-21 RVR60)
“Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él. (Génesis 17:3 RVR60)
“Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.” (Mateo 26:39 RVR60)
“El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?” (Josué 5:14 RVR60)
“Vengan, postrémonos reverentes, doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios y nosotros somos el pueblo de su prado; ¡somos un rebaño bajo su cuidado!” (Salmo 95:6-7 RVR60)
2) arrodillado
“Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.” (Salmos 95:6 | RVR60)
“Porque Salomón había hecho un estrado de bronce de cinco codos de largo, de cinco codos de ancho y de altura de tres codos, y lo había puesto en medio del atrio; y se puso sobre él, se arrodilló delante de toda la congregación de Israel, y extendió sus manos al cielo, y dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia con tus siervos que caminan delante de ti de todo su corazón;” (2 Crónicas 6 :13-14 RVR60)
Adorar y alabar no es tan simple como parece, pues nos explica La Palabra que no es con vanos gestos o posturas que se rinde la alabanza o adoración. Se requiere de una actitud de respeto y sumisión que se demuestra con nuestra manera de ser. Para alabar o adorar tenemos que recordar primeramente que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. Por lo tanto nuestra vida debe reflejarlo. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” (1 Corintios 6:19-20 RVR60) Toda nuestra actividad de vida debe rendirle alabanza al Señor. “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.” (1 Corintios 10:31 RVR60)
Nos dice la palabra que son nuestro corazón y espíritu los que alaban: “Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios.” (Salmos 119:7 RVR60) “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” (Juan 4:24 RVR60). O sea, nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu, tienen que glorificar a Dios conjuntamente, honestamente. “Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.” (Salmos 103:1 RVR60)
“Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya.” (Salmos 150:6 RVR60)
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